Hace ya un tiempo, escribí un post sobre por qué las empresas han de contratar a personas mayores de 45 años. Durante mi largo período de orientador, he atendido a personas desanimadas, he visto a personas levantarse, a quien está enfadado con todo y a quien sigue luchando y creciendo a pesar de esta ardua crisis. Hoy querría resaltar dos casos de éxito en estas edades. Podrían ser más. Son ejemplos de admiración y de cómo crecer y aprender ante las adversas condiciones del momento.

Los casos de éxito son reales, pero me vais a permitir maquillarlos un poco.

Primer caso de éxito en el trabajo

 

El primer ejemplo es Laura. Esta mujer de 48 años hacía 8 años que no trabajaba. Su empresa cerró. Trabajaba como administrativa, pero, digamos, casi a la vieja usanza. Cuando dejó de trabajar, se dedicó un tiempo a cuidar a sus padres, enfermos y ya avanzados de edad. Cuando llegó a mi servicio de orientación y coach, sus éxitopadres habían fallecido y la situación familiar pasaba por muy malos momentos. Su marido, autónomo, se había quedado en el paro hacía dos años y, ahora, malvivían con un subsidio.

Ella no era una persona muy expresiva o enérgica, pero era muy constante y con un objetivo claro: conseguir empleo. Su día a día era muy duro por los impagos, la falta de comida y la creencia que la crisis la había dejado a ella en muy mala posición en el mercado de trabajo.

Aún así, acudió a nosotros porque le dijeron que en nuestro servicio aprendería muy bien cómo buscar trabajo y cómo superar quedar descartada por sus años de paro y falta de conocimientos actualizados.

Su objetivo laboral seguía siendo administrativa, pero era consciente que el nivel informático y de idiomas actual superaba sus conocimientos. Por ello, decía que trabajaría de cualquier cosa. Lo cual, le dijimos que no podía ser y que había de definir unos cuantos objetivos laborales (3 máximo) para poder concretar mejor su perfil, los canales de búsqueda de empleo y su currículum.

Decidió buscar de telefonista-recepcionista, dependienta y administrativa. Le explicamos cómo buscar en los portales de empleo, redactó diversos currículums y aprendió a redactar cartas de presentación. Buscaba trabajo cada día. En todos los sitios. No tenía internet, pero iba haciendo entre centros públicos y casas de amigos.

Durante el mes que estuvo en nuestro servicio, consiguió su primera entrevista. Era el premio a una actitud constante, con firmeza, a pesar de las dudas sobre un final feliz. No se fijaba en las ofertas que había sido descartada. Directamente las eliminaba y a otra cosa. Tampoco se quejaba de si había muchas ofertas en las que no cumplía requisitos. Simplemente, las leía y las obviaba, centrándose en aquellas que sí, para no aminorar más su moral.

Modificó su currículum recuperando el currículum oculto. Pudimos reducir los 8 años de inactividad, pues su marido era autónomo y ella le apoyaba en las tareas de gestión y administración. Evidentemente, no rellenamos los 8 años, sino que hicimos un currículum funcional y competencial, para poder reducir el impacto de la inactividad. En la entrevista comentó que, hasta que su marido trabajó, ella estuvo haciendo gestiones administrativas para su él. Se llevaba los documentos de gestión para mostrarlos a las empresas para constatar todo lo que había hecho.

Digamos que fue una buena alumna. Sin ser especialmente positiva, pues estaba rodeada de muchas circunstancias negativas, no perdió de vista, en ningún momento, su objetivo de encontrar trabajo. Era una trabajadora, y lo demostraba en su forma de buscar.

A los pocos días, la llamaron de la entrevista. De momento, para trabajar un mes. Después volvió al paro, pero ya rompió la mala racha. A los pocos meses, la volvieron a llamar de la misma empresa. Hoy está contratada de forma indefinida.

Evidentemente, se puede mantener esta actitud y que no resulte efectiva. Pero hay más posibilidades de éxito con una actitud tan orientada al objetivo.

Más casos de éxito en encontrar trabajo en la búsqueda de empleo de mayores de 45 años… aunque éste fue más complicado de conseguir.

Segundo caso de éxito en el trabajo

 

2º caso. Manuel. 52 años. Operario de logística, mozo de almacén y jefe de almacén. También, con conocimientos de la profesión no puestos al día. Sabe que a las personas de su edad se les achaca falta de conocimientos técnicos actualizados, informáticos y de idiomas como motivos, entre otros, de no contratación. Por ello, se ha convertido en un buscador de recursos vía internet: Ha aprendido conceptos del SAP por la web, ha buscado cursos, herramientas de gestión y de marca personal… Todo para que quede claro que él se adapta y aprende con facilidad.

Hace dos años que no encuentra trabajo. Se le ha acabado el paro y cobra el subsidio. Nunca he conocido a nadie tan organizado y disciplinado en la búsqueda de trabajo. No se deja amedrentar por su situación económica. Él prefiere seguir trabajando como lo hace porque es como lo sabe hacer, y eso le hace sentir orgulloso de sí mismo. Y siempre agradeció lo que aprendió con nosotros.

Acaba el aula activa, el servicio que junto Israel, mi compañero de trabajo, gestionábamos y no había hecho ni una entrevista.

Para nosotros fue un caso duro de asimilar, porque se lo merecía, y mucho. Lo estaba buscando cada segundo. Él veía cómo los demás iban encontrando trabajo y se alegraba por ello. Además de felicitarlos, les decía, con humor pero sinceramente, “si necesitan a alguien, ya sabes”.

Le íbamos enviando ofertas de empleo con su perfil una vez había acabado en el aula, pero nada. Nos parecía hasta inexplicable y nos preguntábamos si habíamos hecho alguna cosa mal o se nos había escapado algo. Pero supongo que en algún momento entra a juego la mala suerte. Él aplicaba todo lo que le decíamos que funcionaba casi a la perfección para el resto. Pero a él no.

Y siempre nos decía: “llegará”. ¡Casi nos tenía que consolar él a nosotros!… Y llegó. ¡Un año más tarde! Pero llegó. 6 meses de contrato. Después yo ya dejé el trabajo y perdí la pista. Pero seguro que le sigue llegando la suerte, porque la crea él.

Ya veis. Se puede. Es duro y difícil, pero se puede. Con constancia, interés por aprender, actitud, planificación, no viniéndose abajo, analizando, adaptando… y seguro que podremos explicar más casos de éxito.

Podéis tardar, pero se consigue. La orientación sirve para que se consiga cuanto antes. Si tenéis dudas, id a un orientador… o a más de uno. Siempre es mejor dos puntos de vista.

Seguro que podéis explicarme más casos de éxito. Espero que los escribáis en los comentarios.

Un saludo y espero que os haya servido.

¿Tienes alguna consulta? Si estás interesado/a en mis servicios…

Deja aquí tus datos y me pondré en contacto contigo lo antes posible.

13 + 9 =

Si necesitas coach laboral, ayuda con tu Linkedin o quieres contratar una formación
Contacta conmigo
Si necesitas coach laboral, ayuda con tu Linkedin o quieres contratar una formación
Contacta conmigo