La entrevista de trabajo nos resulta a muchos incómoda. Nos saca de nuestra zona de bienestar. Nos evalúan y nos dicen si nos escogen o no. Y eso puede generarnos resistencia en la entrevista y una serie de prejuicios. ¿Cuántas veces habéis pensado…?:

–          Esto de la entrevista no sirve de nada.

–          Seguro que ya tienen a la persona seleccionada.

–          Que me pongan a trabajar y verán qué sé hacer

–          Hacen preguntas muy absurdas.

–          La mayoría de las ofertas son falsas

–          Sólo buscan a… (cualquier perfil que no sea el mío, sea  por edad, experiencia, formación).

–          ¿Para qué quieren el currículum de nuevo, si me apunté por infojobs?

 

Resistencia en la entrevista

 

Todo ello son pensamientos negativos y prejuicios que hacen que nos enfrentemos al técnico de selección. Son actitudes de resistencia en la entrevista. Resistencia a una entrevista  o a un entrevistador que valora si eres o no el candidato idóneo. La idea profunda de “¿quién eres tú para evaluarme?” flota muchas veces por la entrevista y se palpa.resistencia

Ante una situación nueva, incómoda, donde nos sentimos evaluados y hemos de mostrar que somos válidos, surgen muchas inseguridades. El cerebro defiende a nuestra persona enviando mensajes tipo lo que he escrito antes para defenderlo y culpar a lo ajeno, salvaguardando a la persona y su autoestima.

Pero si queremos trabajar, estas ideas van en contra del objetivo, tanto cuando aparecen durante la búsqueda de trabajo como durante la entrevista. Hemos de desecharlas porque nos colocan en una actitud que no es correcta dificultando el feeling con el entrevistador.

¿Cuánto desearía cobrar?  Y uno piensa, “qué tontería de pregunta, ya saben cuánto pagan”.  Esta es la idea que envía el cerebro para defendernos. Lo que ocurre es que nos incomoda porque si nos pasamos, puede ser que nos descarten porque no llegan, y si tiramos a la baja, nos descartan porque no nos valoramos lo suficiente. ¿La respuesta correcta? Prepararse la entrevista. 

A esta pregunta, respuestas que denotan resistencia:

–          No sé.

–          Por  cobrar, cobraría 100000€

–          Estoy seguro que ustedes ya saben lo que pagarán.

Hay personas que se enfadan con esta pregunta y se resisten a responder o recurren a la ironía o al enfrentamiento.

Otra pregunta que genera resistencia es la de: ¿por qué le debo contratar a usted y no a otra persona? Entre líneas sería, dígame sus puntos fuertes. Pero muchos se enganchan y dicen que no conocen a los demás candidatos.

No sólo aparece la resistencia por las preguntas habituales de entrevista de trabajo, también por el propio proceso. Uno se presenta a la entrevista con desconfianza, sin habérsela preparado, inseguro, enojado y escéptico, o bien porque nunca le habían llamado o porque no ha superado las últimas entrevistas. Para salvarnos, el cerebro sitúa, en ocasiones, y con diversa frecuencia en función de cada persona, el control de la situación afuera: es el mercado laboral el que nos hecha y no que nosotros no hayamos hecho algo bien durante el proceso. Con esto no quiero decir que siempre sea “responsabilidad” del candidato, pero sí que a veces nos cuesta adaptarnos a los nuevos tiempos, al nuevo mercado laboral y a la nueva forma de buscar trabajo.

También genera resistencia que el entrevistador sea joven o no sea un experto en la profesión de la oferta. Me he encontrado muchos comentarios respecto a mi edad (cuando era más joven ;-)) en una entrevista con profesionales mayores que yo. Cuidado con la soberbia como efecto también de la resistencia de que te entreviste alguien más joven. La entrevista puede ser para una oferta con un superior más joven. Igualmente, un comentario despectivo, por más que se haya dicho con finura, hace que se cuente tu candidatura con un punto menos, o que quedes totalmente eliminado.

¿Cómo superar la resistencia y los prejuicios en una entrevista?

 

¿Qué se puede hacer contra la resistencia? Muy fácil decirlo, difícil de hacer. Pensamiento más positivo (en otro post explicaré qué actitudes ayudan). ¿Cómo se consigue? Con más seguridad. Con más formación. Con más preparación de la entrevista. Sabiendo venderse. Sabiendo buscar trabajo (sinceramente, no conozco casi nadie que busque trabajo de forma excelente). La información es poder, da seguridad y elimina los prejuicios o las ideas generales negativas que se dan sobre los procesos de selección. Ideas que sirven para no afrontar el cambio por miedo a que nos ponga delante de nosotros la evidencia de que hay algo que no estamos haciendo bien.

Espero que haya sido de vuestro interés y en el siguiente post, como ya he dicho, un 50% del éxito de la entrevista: la preparación de la entrevista.

Y vosotros, ¿habéis detectado resistencia en la entrevista y prejuicios hacia el profesional de la selección?

Un saludo

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