¿Cuántas veces os han preguntado, cuando éramos pequeños, qué quieres ser de mayor ? Yo, de pequeño, no tenía ni idea qué quería ser de mayor. De hecho, estudiando la carrera, aún no tenía claro qué estaba haciendo ni si era lo que yo deseaba. “ ¿ Qué quieres ser de mayor ? » … Ni idea.

¿Qué queréis ser de mayor?

 

Creo que se equivocaban en la pregunta. Lo importante no es tanto el qué (claro que tiene su importancia) sino el cómo. Debiéramos preguntarnos cómo queremos ser de mayor. Y entiéndase “mayor” como a partir de mañana (a no ser que seas un niño ahora, claro).

Decimos que queremos ser psicólogos, ingenieros, médicos, jefes, futbolistas… Estas cotas altas siempre surgen en este deseo… lo que puede generar frustración. Obtener un título es importante, evidentemente, pero no podemos obviar que lo que te hace llegar al título son unas aptitudes, destrezas y, sobre todo, unas actitudes. Y eso define cómo eres.

Si preguntamos «¿ qué quieres ser de mayor ?», nos dirán un título. Ya está. Pero se olvidarán de lo realmente importante: qué se requiere para conseguirlo. Aquí está donde nos diferenciamos y mostramos qué y quienes somos realmente. Psicólogos, médicos, ingenieros… hay muchos, pero “tú”, sólo uno.

En los procesos de selección, ese “tú” es el que sale a relucir después de efectuar aquellas preguntas clásicas de entrevista (muy absurdas algunas, en mi opinión, y que ya he comentado alguna vez en el blog) que a veces nos dan tanto miedo que nos las hagan.

Creo necesario que pensemos más en el cómo que en el qué. La pregunta debería ser: ¿Cómo quieres ser de mayor? Y no ¿ qué quieres ser de mayor ?

Estamos tan educados en el qué, que nos exigimos dentro de una dimensión doble:

  • Hemos conseguido lo que queremos. Perfecto. Tenemos el título o trabajamos de lo que queremos (o no…).
  • No lo hemos conseguido: frustración.

Hay algo motivador y que “engancha”, si me permitís la expresión, en el hecho de mejorar uno mismo. En el hecho de intentar ser mejor. Mejor trabajador… y mejor persona. Yo los veo como dos conceptos muy ligados. Sé que muchos no lo verán así. Pero creo que debería serlo. Y también creo que muchos lo tienen en cuenta a la hora de seleccionar (yo mismo, por ejemplo). No es un tema de justicia social. Es simplemente que quien quiere ser mejor, como trabajador y persona, tiene ya mucho ganado pues seguro que se autocritica e intenta mejorar. Este dinamismo hace que sea una persona más ambiciosa y no acepte estancarse y no progresar.

 

¿Cómo quieres ser de mayor?

 

Si nos centramos en el qué, sólo vemos el final y desperdiciamos muchas fases del proceso, aplicando poco análisis. El cómo construye la personalidad, le da fortaleza, sentido y placer no finalista.

Cuando te centras en el cómo quieres ser de mayor, tienes como resultado, por ejemplo:

  • Ser una persona feliz, alegre y positiva.
  • Ser una persona segura, sin miedo a las responsabilidades.
  • Ser analista, con tendencia a sacar lo mejor de quien te rodea.
  • Ser organizado y eficaz u otras competencias interesantes para el trabajo.
  • Disfrutar del trabajo e intentar siempre la mejora de los resultados.

Después ya vendrá el qué. O a lo mejor lo tenemos claro antes, pero lo importante está en el cómo… y lo difícil…

Si nos hubiésemos preocupados en el cómo y no en el qué, seguramente, todos seríamos mejor trabajadores: habría menos retrasos en el transporte, menos bajas laborales, menos insatisfacción, menos pérdidas económicas, menos empresas cerradas, menos irregularidades legales, menos fraude, menos injusticias, menos paro… Y entiéndase como trabajadores a todas aquellas personas que trabajan, sean peones o gerentes.

Evidentemente, yo puedo pensar en el cómo al estilo Darth Vader (de nuevo, permitirme la expresión). Es decir, hay quien puede pensar en cómo triunfar laboralmente a través de un mal uso o, mejor dicho, un uso poco aceptable moralmente de las competencias que tenga. Aquí entra la importancia de una buena educación centrada en los valores y en el cómo, de nuevo, y no el qué, generador de frustración, que a la vez puede generar o depresión u odio o rencor. Cuando hablo a la educación, no hablo sólo de la escuela… Aquí sólo pasa una parte de la educación. La otra parte se da en núcleos más íntimos y familiares.

¿Qué dificultades le veo a lo que planteo? Sobre todo, que estamos instalados en la industria y la sociedad del qué. De hecho, yo hablo en el blog de etiquetas o palabras clave en el CV o en Linkedin, por ejemplo. Evidentemente, éstas son para localizar, primero, a los candidatos que cumplen con los requisitos, pero la entrevista se centra no tanto en el qué, sino en el cómo.

Nos centramos tan poco en el cómo que, en las ofertas de trabajo, encontramos a veces que demandan unas competencias específicas, y pocas veces nos paramos a pensar en si cumplimos o no con este requisito. Sólo nos fijamos en los requisitos de formación, experiencia, conocimientos… cuando el técnico de selección, en la entrevista, se fijará en estas competencias.

Fijaos también en Linkedin, con un perfil curricular no tanto de aquí, sino más bien anglosajón. Os preguntan sobre voluntariado, intereses, causas que te interesan… Van más allá del expediente académico. Y para colmo, Linkedin premia, por así decirlo, a quién lo utiliza bien. Es decir, quien es competente con Linkedin, tiene más opciones de conseguir sus objetivos en esta red social.

Pensar en el cómo es más grato y nos hace tener menos frustración. Y lo más importante, nos hace crecer, personal y laboralmente.

Por eso, en selección de personal, son cada vez más importantes las competencias profesionales. Éstas responderían a la pregunta: ¿cómo eres trabajando?

Ir analizando cómo somos e ir aplicándolo al trabajo implica que vayamos mejorando profesional y personalmente.

Os explico una máxima para mí en selección de personal. En la entrevista, móstrate tal y como eres… a no ser que seas un cretino (la verdad es que no es mía la frase. La escuché alguna vez, pero no sé de quién era). Eso sí, previamente, intenta haber pensado en el cómo, intenta estar en proceso de mejora continua y pulir detalles para ser mejor.

Este tema da para mucho. Podríamos estar hablando o escribiendo páginas y páginas. Pero, por suerte, para eso están los comentarios.

Nos vemos en el siguiente post.

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PD: Tenia que preguntároslo:

¿Cómo queréis ser de mayor?

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