Seguramente, en algún momento de la vida profesional, os habéis encontrado con la necesidad, sea por falta de trabajo o cambios en el mercado laboral, sea por una necesidad interior de cambio, con la urgencia de cambiar de profesión, cosa que no siempre es fácil y hay que planificarlo bien.

Es ese momento surgen muchas dudas:

  • No sé bien en qué me tendría que formar
  • Pero en el currículum… se verá mi experiencia en otra profesión…
  • ¿Tendré más salidas en esta nueva profesión?
  • ¿No me estaré equivocando?
  • ¿Cómo reflejo mi nuevo objetivo profesional en los portales de empleo o en Linkedin?

Estas y otras dudas surgen y pueden hacer que no acabemos realizando el cambio, aunque nos interese o sea necesario, o que lo hagamos de una forma incompleta o equivocada.

Vamos a echar algo de luz al asunto y a planificar bien los pasos.

Si el motivo de cambiar de profesión es por un gran interés en una nueva profesión, pueden surgir muchas dudas, pero el interés ayuda mucho a vehicular la estrategia. Sin embargo, cuando es por necesidad (pongamos que es una profesión con poca salida en el mercado laboral, o que se dan cambios estructurales, como el coronavirus o que, por circunstancias personales, ya no se puede ejercer esa profesión), opera un grado de ansiedad mayor que puede llegar a bloquearnos.

Para cambiar de profesión, sería necesario plantearnos en primer lugar:

 

¿Por qué queremos cambiar de profesión? Y ¿Hacia qué profesión nueva nos orientamos?

 

¿Cuál es la necesidad que tenemos para cambiar de profesión? Hemos de ser sinceros con nosotros mismos y descubrir, realmente, qué es lo que hay detrás del cambio. Si es por algo subjetivo, por ejemplo, desinterés, nos puede ayudar saber qué es lo que no nos ha interesado de nuestra profesión. Esta información nos puede ayudar a encontrar los requisitos que, como mínimo, no debería tener esta otra nueva profesión.

Una vez aclarado esto, nos toca ver hacia dónde nos dirigimos… y esto es de lo más complicado. Sobre todo, cuando uno lleva muchos años en una profesión o cuando, simplemente, no sabe qué profesión nueva le puede interesar.

Llegado a este punto, puede ser interesante contactar con un profesional de la orientación laboral para que os pueda ayudar a desatascar esta situación. ¿En qué os puede ayudar este profesional?:

  • En conocer bien qué os lleva al cambio y qué competencias tenéis y relacionarlas con diversas profesiones donde las podáis poner en práctica.
  • En conocer vuestros intereses profesionales y valores y relacionarlos con posibles profesiones o condiciones de trabajo.
  • En preparar una planificación certera y eficiente para conseguir el objetivo de cambiar de profesión.
  • En ayudar a que este cambio sea menos traumático.
  • En conocer los requisitos que se piden para la nueva profesión y qué oferta formativa os puede interesar para poder desarrollaros en esta nueva profesión.
  • En estudiar y analizar la situación en el mercado laboral de vuestro nuevo objetivo laboral y decidir si es esta opción la que interesa.

Para analizar cuál puede ser nuestro nuevo objetivo profesional, deberíamos tener en cuenta, vayamos o no a un profesional de la orientación, los siguientes apartados:

  • ¿Cómo somos trabajando? ¿Cuáles son nuestras competencias? ¿Y nuestros valores? ¿Y nuestros intereses? ¿Qué es lo que más nos gusta de trabajar? ¿Qué no nos gusta?
  • ¿Cuáles son nuestras pretensiones? Tanto económicas como conocer cuál es el techo profesional que deseamos; en qué ambiente nos gusta trabajar, qué características ha de tener esa nueva profesión…
  • ¿Qué lugar ocupa el trabajo en nuestra vida? ¿Cuál sería, siendo realistas, el trabajo de nuestra vida?

Aunque tengamos claro ya de antemano, cuál va a ser nuestra nueva profesión, no está de más realizarse estas preguntas por si hemos obviado algún apartado. Con esta información, ya podemos pensar en las primeras opciones para realizar este cambio y comenzar a preparar el camino.

 

Decidir el nuevo objetivo laboral y preparar el camino hacia su consecución

 

Una vez tenemos claro todo lo anterior y nos hemos decidido por una profesión, hemos de analizar si es viable y conocer el camino que hemos de construir para poder trabajar de ello.

También es positivo, si no es que cambiemos por cuestión vocacional, que tengamos más de una posible profesión para cambiar y analizar… por si después del análisis, entendemos que no nos interesa por el motivo que sea (necesitamos mucha formación, hay poca salida laboral…).

Por cada nuevo objetivo planteado, deberíamos analizar:

  • Su situación en el mercado laboral, la salida profesional que tiene y si, donde vivimos, hay salida o requiere un cambio de residencia… y valorar si lo queremos hacer…
  • Las condiciones laborales de esa profesión. ¿Está dentro de nuestros intereses?
  • ¿Qué formación necesitamos para poder ejercerla? ¿Cuánto tiempo dura esa formación? ¿Podemos disponer de ese tiempo o debemos hacer un plan puente, por ejemplo, trabajando y estudiando al mismo tiempo, si es posible? ¿Tiene coste? ¿Cómo podemos acceder a ella?
  • ¿Qué otros certificados o carnets profesionales necesitamos? ¿Qué tenemos que hacer para obtenerlos?
  • ¿Es fácil acceder a esta nueva profesión? ¿Qué requisitos suelen demandar las empresas? ¿Cuáles son las principales vías de acceso a la oferta?

Estas preguntas nos ayudaran a determinar si el esfuerzo para poder acceder a esta profesión nos recompensa o no. Juega un factor importante el tiempo que vamos a necesitar para formarnos, pues es un período sin ingresos, a no ser que se complete con algún trabajo parcial… con lo que quitamos tiempo de estar con la familia, amigos y con nosotros mismo… todo se debe evaluar… ¿Vale la pena el esfuerzo? Si el trabajo es vocacional, seguro… si es porque necesitamos cambiar de profesión y la nueva nos asegura estar más a gusto en el trabajo y/o tener mejores condiciones o poder afrontar con más seguridad la economía casera, también. Otra cosa es ver cómo lo podemos hacer económicamente o cómo podemos conciliarlo con nuestra vida familiar.

 

Determinación del plan de trabajo y puesta en marcha

 

Cuando ya tenemos claro el objetivo, sólo nos falta establecer un plan… lo que no es siempre fácil y nos puede llevar al éxito o no en función de cómo esté planteado.

Con el nuevo objetivo establecido, hemos de tener en cuenta lo siguiente:

  • Establecer un plan formativo eficaz, a la vez que sostenible con nuestra situación económica y familiar. Esta formación nos permitirá tener los requisitos formativos necesarios para afrontar este cambio de profesión.
  • Conocer formatos y tipos de currículum que nos ayuden a orientarlo de forma que le demos más relevancia al cambio de profesión y en qué nos basamos para poder postularnos como buenos candidatos. Para apuntalar este CV (aquí tenéis un enlace a un post sobre currículums con poca experiencia en una profesión) puede ser necesario incluir un apartado de objetivo laboral, resaltar la nueva formación asociada y explicar toda la formación o trabajos y funciones específicas que puedan tener que ver con la nueva profesión (una comunicación eficiente, por ejemplo, es una competencia que se pone en práctica en diversos tipos de trabajos). Las competencias en el currículum, nos pueden ayudar a resaltar qué tenemos que pueda ser interesante para esa nueva profesión (de hecho, son nuestras competencias más desarrolladas las que, a veces, dictaminan el cambio de profesión).
  • Detectar empresas del sector y buscar la forma, sea en Linkedin, por nuestra red de contactos o por autocandidatura, para acceder a ellas.
  • Al mismo tiempo, realizar un plan de autocandidatura después de haber hecho una lista de empresas que son de nuestro interés.
  • Modificar los perfiles en los portales de empleo, añadiendo la nueva formación y destacando, sobre todo, todo aquello que pueda tener que ver… y a rasgos generales, no eliminéis toda la otra experiencia… es un error que algunos hacen y queda un cv muy reducido…
  • Darse de alta en canales de empleo (portales, bolsas de empleo…) que difundan ofertas de la profesión diana.
  • Establecer una estrategia muy clara en Linkedin, dirigida a cambiar el perfil, el titular profesional, crecer en contactos que nos puedan ser de utilidad para esa nueva profesión y compartir y comentar publicaciones relacionadas con el nuevo objetivo.

Una vez que tenemos la puesta a punto realizada, podemos empezar la búsqueda de empleo. Nunca empecemos antes de la puesta a punto… Sé de muchas personas que me han dicho: “me he apuntado a cientos de ofertas y nadie me ha llamado”… y cuando he revisado su perfil de Infojobs o su actividad en Linkedin, hemos entendido qué pasaba.

Y hasta aquí el post sobre cambiar de profesión… Espero que os resulte de especial interés y que os pueda ayudar a que sea un camino más claro y fácil. Os diría que suerte, pero también os diré que manos a la obra y de que depende en grandísima parte de vosotros.

Un saludo

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