¿Os suena lo siguiente?: Muchas personas, buenas trabajadoras, no encuentran trabajo hoy día. Capital profesional desperdiciado. Si les preguntas por qué no encuentran trabajo, desconocen el motivo en muchas ocasiones, y es que el mercado laboral actual, es complejo. Entonces surgen dos posibilidades:

  • Preguntarse qué puedo hacer para tener más opciones de encontrar un trabajo.
  • Quedarnos con el análisis, certero por otra parte, de que en el mercado laboral actual, no hay trabajo para todos.

La primera produce movimiento hacia adelante, la segunda frustración, desánimo y estancamiento.

Mercado laboral actual

 

En la historia de la humanidad, ha habido periodos de cambio: cambio climático, de tipo de sociedad, de generación, de estilo de vida, de ciclo… En todos estos cambios, hay quien se ha adaptado y hay quien no. Y ahora estamos ante un gran cambio paradigmático debido a:

  • la irrupción de las nuevas tecnologías en el mercado laboral y en la búsqueda de empleo, que en ocasiones parece que avance sólo para el que está muy aclimatado en ellas. Antes había el currículum en papel, la carta de presentación, las recomendaciones… hoy el CV es casi siempre on line, se puede cribar mediante filtros informáticos, e incluso, en pocos años hemos pasado de Laboris, las ofertas de la Vanguardia e Infojobs a las redes sociales, metabuscadores, multitud de portales y ahora las APP. Todo cambia a ritmo muy acelerado. Y diría que esto no ha hecho más que empezar. Para la tecnología informática, el cambio es el estado habitual. Lo que exige una gran adaptación y una formación continua..
  • Los recursos humanos y las empresas han cambiado. La crisis por una parte les ha hecho ser más eficientes (más con menos). Utilizan herramientas que facilitan la gestión de los candidatos, pero que pierden capital humano. La dinámica económica de cambio e innovación constante comporta la necesidad de las empresas de tener unos trabajadores que favorezcan esta adaptación y que, incluso, generen o promuevan ellos el cambio.
  • La globalización ha creado un nuevo mundo en donde, por ejemplo, los idiomas son imprescindibles. Las empresas cambian de un sitio a otro, requieren de más movilidad. Sale más barato, en muchos casos, traer un producto desde la otra parte del mundo que de al lado de casa… Tanto cambio hace que las empresas no se casen tanto con el trabajador, requiere relaciones más puntuales en muchos departamentos. Además ha generado un elevado nivel de especialización en el trabajador, mayor dominio de idiomas y otros conocimientos, como los informáticos.
  • Las profesiones han cambiado, por las TIC o por los nuevos procesos que operan en el trabajo.
  • Y a todo esto se suma una crisis sanitaria de la que cuesta salir. Y sí, el mercado laboral va mejorando, pero las crisis suelen estar acompañadas por una menor inversión en formación (y más en esta crisis con el déficit de la administración pública), más candidatos para cada puesto de trabajo y el despido de trabajadores estables en una empresa habituados a una forma de trabajo que al confrontarse con el mercado actual ven que hay más requerimientos de los que tienen y están en muchas ocasiones, por tanto, fuera de los procesos de selección.

Son muchos cambios. Es una nueva era que, precisamente, se define por el cambio. Pero éste tiene su parte cruel y es que quien no se adapte queda apartado. En ocasiones, es una decisión de uno mismo (“no me adapto” por orgullo, por dificultades propias por complejidad externa…) pero a veces es la sociedad la que no facilita la adaptación de un colectivo de individuos (personas mayores de 45 años, personas con poco poder económico y, por tanto, mayor dificultad de acceso a estudios…).

 

¿Qué podemos hacer para adaptarnos al mercado laboral actual?

 

Pero haciendo una lectura sencilla de la situación vemos que la sociedad requiere de todos, pero cambiarla no depende de uno. Es más difícil cambiarla. Pero cambiarnos nosotros, evolucionar, es más sencillo (tampoco es fácil, ¿eh?).  Hemos de:

  • Empoderarnos… y…
  • Responsabilizarnos de nuestro cambio para…
  • Adaptarnos… y así
  • Evolucionar.
  • ¿Y para qué? Para ser más felices.

Es la satisfacción de quien no cae a pesar de todo, de quien crea, de quien da un giro a su vida, de quien se siente fuerte ante la adversidad, del que encuentra su sitio cuando todo parecía perdido.

Volviendo a las dos opciones del principio, la primera facilita el esquema de empoderamiento+ responsabilidad + adaptación + evolución= Felicidad. Seguramente, preguntarse qué se puede hacer para tener más opciones llevará a buscar información sobre qué puede estar fallando, cómo ha de ser el CV, cómo hacer una entrevista de trabajo… El conocimiento es poder. Si se adquiere, se puede aplicar ese conocimiento, aprender y mejorar .

Si escogemos la segunda opción, está bien para comentar y desahogarse, pero no producirá un cambio en nosotros. Seguramente, el resultado seguirá siendo el mismo. El mercado laboral seguirá allá, con sus cambios, con las nuevas herramientas de selección, con nuevas aplicaciones TIC… y seguiremos criticándolo… Mejor la primera opción.

Como veis, para adaptarse, primero de todo es necesario plantearse adaptarse a qué. Hay que conocer el medio al que debemos adaptarnos. Qué conocemos y qué ha cambiado. Qué hemos de aprender ahora, para saber cómo adaptarnos. Lo hacemos muy a menudo: adaptamos nuestro lenguaje a un niño o a un familiar, adaptamos nuestro comportamiento en función de si estamos en un ambiente formal o no… sabemos adaptarnos.

Evidentemente, no estoy diciendo que sea un camino de rosas. No. Es duro. E incluso, se ha de intentar seguir mejorando, adaptándonos a los nuevos cambios también en el trabajo. Este escrito no va dirigido sólo a personas en el paro. Es para trabajadores, estén trabajando ahora o no.

Así que, a partir de ahora cambia si piensas:

  • “los portales no funcionan” por “¿qué debo hacer para cambiar mi forma de buscar en los portales?
  • “Siempre hay 200 inscritos” por “de entre los 200, seleccionan a uno, ¿cómo ser ese seleccionado?”.
  • La carta de presentación no sirve para nada” por “voy a adaptar bien la carta de presentación”.
  • “Siempre escogen a amigos y conocidos” por “he de mejorar mi red de contactos”.
  • “En todas las ofertas piden un requisito que no tengo” por “he de encontrar las ofertas que cumplo con los requisitos”.

Y un sinfín de pensamientos que tenemos, la mayoría generalizaciones, que no permiten que analicemos la situación tal como es y nos sitúan en la zona de acomodo y que al racionalizarlas diferentes, nos permiten conocer, aprender y adaptarnos.

El mercado laboral ha cambiado. Las empresas piden perfiles que se adapten, qué mejor que vean que, como candidatos, nos hemos adaptado. Así ya no tendremos que demostrar esta competencia.

Un saludo,

¿Tienes alguna consulta? Si estás interesado/a en mis servicios…

Deja aquí tus datos y me pondré en contacto contigo lo antes posible.

15 + 7 =

Si necesitas coach laboral, ayuda con tu Linkedin o quieres contratar una formación
Contacta conmigo
Si necesitas coach laboral, ayuda con tu Linkedin o quieres contratar una formación
Contacta conmigo