Cada uno es como es, y, evidentemente, la actitud en la búsqueda de empleo influye en el resultado obtenido. Seguramente, hay actitudes que nos acercan más al objetivo, y otras que nos alejan. A pesar de que el carácter y las creencias están muy arraigadas a nuestro ser, puede que, en ocasiones,  sea bueno hacer un cambio para afrontar con garantías la búsqueda de empleo.

Escribo este post para haceros partícipes de mi opinión y pensamiento sobre la actitud en la búsqueda de empleo: ¿qué actitud deberíamos tener para tener más opciones?

Básicamente, podemos tener una actitud en la búsqueda de empleo: positiva, realista (es muy subjetivo) y negativa. Ésta última, evidentemente, es la menos aconsejable en la búsqueda de trabajo y en la vida. Pero si analizamos más,podemos tener más actitudes. Por ejemplo, se vende mucho hoy día una actitud hiperpositiva que puede no ser tan beneficiosa como parece a priori. Y cuidado, vaya por delante que creo hay que ser positivo, pero un subtipo de positivo. Después lo vemos.

Suelo estar en desacuerdo con los múltiples post y artículos que hablan de una actitud en la búsqueda de empleo y en la vida tremendamente positiva, porque sí. Me explico.

Considero que se ha de ser positivo y ver las cosas buenas y valorar lo que tenemos, pero también realista. A pesar de haber estudiado humanidades, giro hacia lo científico, y creo que las cosas son como son ( y después, claro, el cerebro puede jugar a desvirtuar la realidad más o menos). Prefiero analizar los datos, conocer todo en su complejidad y así decidir cómo actuar, conociendo de antemano las posibilidades reales de éxito o fracaso en función de mi actitud y las circunstancias.

A partir de aquí, intento dotar mis acciones de un punto positivo para motivarme. Prefiero decir, pues, que soy positivo realista.

Y creo que esta actitud puede ir muy bien a la hora de buscar trabajo.

Es positivo ser realista y conocer bien las posibilidades. A partir de aquí, uno se ha de motivar, dotarse de algo de positivismo para iniciar y mantener la marcha. Nunca creamos que siendo positivo tenemos bastante. Se ha de acompañar con conocimiento y habilidades. El conocimiento se adquiere si uno investiga y se aplica. Las habilidades se entrenan y se mejoran.

Cuando atiendo a un nuevo usuario, le explico los porcentajes de inserción del grupo de personas al que pertenece por edad, profesión… Le explico qué actitudes hemos visto que son buenas y cuáles no.  Ser positivo está bien, pero hemos de conocer bien la realidad y aprender a movernos por ella. Pero el conocimiento y cómo analizamos los datos nos ayuda mucho a determinar nuestra actitud y a actuar de forma no errante para favorecer la inserción.

Si basamos nuestra actitud en mirarnos al espejo y decir «qué bueno soy», sin creérnoslo o sin haber analizado en qué somos bueno, a la primera persona que nos diga que no somos buenos, nos podemos venir abajo. Este positivismo ha de tener una base y un análisis. Hemos de practicar el autoconocimiento.

Un análisis realista nos hará escoger bien el objetivo laboral, estudiar las acciones a realizar y ejecutar una buena planificación en la búsqueda de trabajo. El positivismo, por sí sólo, no lleva a esto. Sin un trabajo cognitivo, el positivismo lleva a períodos positivos con períodos de decaimiento por no conseguir el objetivo deseado.

Eso sí, si he de escoger entre ser pesimista o negativo y positivo en exceso, me quedo con lo segundo. Negativo nunca. ¿Por qué?

1. Las personas con más presencia de ideas negativas tienen más prejuicios e ideas que no ayudan a la búsqueda de trabajo.

2. Buscan o encuentran menos ofertas pues están más cansados para la acción y tienen menos atención, pues ésta está centrada en su interior.

3. Su actitud en la búsqueda de empleo, pues,  es más pasiva y su actividad es menor.

4. Tienen mayor resistencia a la formación, orientación y a los consejos que les puedan dar los técnicos expertos en el mercado laboral.

5. Focalizan más la atención en lo que va contra el objetivo de encontrar trabajo que en lo que va a favor (p.ej., ver más los requisitos que no se cumplen que los que se cumplen, aunque los que no se cumplen estén en la categoría de “valorable” de la oferta, por lo que no es imprescindible, cumplirlos).

6. Muestran resistencia a las “buenas noticias” (una oferta en que se cumple los requisitos, puede que antes de inscribirse se deje ir algún comentario como “pero seguro que ya tienen a alguien para el puesto…” por ejemplo).

Por último, para aclarar, con esto no estoy diciendo que no crea en el positivismo basado en el «vamos, eres el mejor»… simplemente creo que por sí sólo no vale y es vacío. Servirá para empezar muy rápido a correr, pero no acabaremos la maratón. Creo que es útil sustentarlo en una base realista, analizando, discurriendo y decidiendo, con fuerza, pero también con criterio.

Yo, por mi parte, escojo ser realista positivo.¿Y tú? ¿Cuál es tu actitud en la búsqueda de empleo?

¿Tienes alguna consulta? Si estás interesado/a en mis servicios…

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