Esta semana iba a escribir sobre trabajar Linkedin por objetivos, pero después de muchas quejas y comentarios que me han llegado de personas que están en búsqueda de empleo, me he visto obligado, moralmente, a tratar un tema que me preocupa. ¿Por qué no llaman? Cada vez más personas me demuestran su descontento con los procesos de selección por un tema controvertido: después de la entrevista no llaman ni dan un feedback a las personas no seleccionadas. Así que, por favor, llamen.

¿A qué se debe? ¿Por qué no llaman?  ¿Tan difícil es dar un pequeño feedback? Ni que sea por cortesía. No hacerlo, ¿es por una forma de operar de la empresa o es dejadez del encargado de la selección? Tanto en un caso como en el otro, lo siento, pero no creo que haya excusa para no hacerlo.

Llega un momento en que todas las personas, en sus respectivas profesiones, han de pararse a reflexionar y valorar qué están haciendo, cómo trabajan y qué hay que mejorar. Si te responsabilizas de procesos de selección y no llamas a quien entrevistas y no seleccionas, puede que haya llegado el momento de que pienses qué estás haciendo en tu trabajo y cambiarlo. No hacerlo, no llamar, genera que los recursos humanos no lo sean tanto. ¿Por qué no se da un feedback? ¿Como mínimo la información del por qué no ha sido seleccionado?:

  • “No tengo tiempo”.
  • “Me sabe mal decir que no”.
  • “No tengo por qué hacerlo. Ya tengo a quien busco”.
  • “Siempre se me olvida”
  • “Es que no sé qué decirle, porque no me ha gustado su candidatura”.Esperar llamada

Perdonad, pero como dirían algunas personas que conozco: “paparruchas”. Hay crisis. Gente quemada; que no tiene una entrevista en meses, que no lo está pasando bien, con la autoestima baja por esta situación; que no saben por qué no les contratan. ¿Tan difícil es sólo una llamada? Si no, no les estamos tratando de igual a igual. Les estamos enviado el mensaje siguiente: “yo tengo la oferta. Yo decido. Tú espera. Yo tengo el poder”.  ¿Es eso lo que nos han enseñado a hacer cuando estudiábamos selección de personal? Yo me perdí esa clase, creo.

Entiendo que sepa mal llamar para decir a alguien que no ha sido seleccionado. Pero por norma general lo agradecen. Eso sí, aunque no entraré ahora en este tema, hay que saber comunicarlo, de forma amable y sin hacer sentir mal al candidato no seleccionado. A veces ocurre que un candidato no se ha comportado bien y no te apetece llamar. Entiendo que este caso es más personal (yo he entrevistado a personas que no han afrontado la entrevista de forma correcta, por diversos motivos: por estar quemados, por creer que soy joven, por creer que no tengo experiencia, por no llevar corbata…), pero hay que ser respetuosos y llamar. No hagamos lo que no nos gustaría que nos hiciesen.

Otra cosa es hacer lo que muchas personas me piden: “que se lo comuniquen a todo el mundo que no ha sido seleccionado, aunque no hayan pasado por entrevista”. Esto ya es más difícil. Son muchas personas que se inscriben a ofertas. Por desgracia, la comunicación con todos necesitaría mucho tiempo, a no ser que la oferta se haya difundido por algún medio que permita la respuesta automática a quien no ha sido seleccionado. Hay que entender que, si no es así, no es posible.

A menudo, el candidato acude a las entrevistas desde la inferioridad, consciente o no. Tiene la creencia que el otro tiene la oferta… ¿y?… ¿Tú no tienes los conocimientos, valores, aptitudes, competencias que requiere la oferta? Falta seguridad. No tendríamos que aceptar, ninguno de los agentes participantes en un proceso de selección, este esquema de funcionamiento: el que selecciona tiene el poder y el candidato ha de mostrar que es bueno en su trabajo. Es inadmisible. Añadamos un pequeño matiz que lo cambia todo: ¿y si el candidato sabe que puede hacer el trabajo y, simplemente, lo explica, desde la seguridad y convicción que él puede hacer el trabajo? Está bien mostrar, pero cuando uno está seguro de lo que sabe, lo muestra inherentemente, sin pensar en que lo tiene que mostrar. Y aquí equilibramos la balanza y el trato.

Tratemos la entrevista como una conversación, donde la relación sea más equilibrada. Que el que selecciona no abuse ni se excuse por el poder que tiene y por su escaso tiempo y que el candidato no asuma nerviosamente que ha de demostrar, sino que confíe en que sabe y puede hacer el trabajo y que, entonces, lo demuestre.

Cuando he trabajado en servicios donde las empresas publicaban ofertas de empleo, se repetía una situación bastante a menudo: a la empresa le urgía poner la oferta y te traspasaba la urgencia. Te pedía que buscases a las personas para ayer. Una semana más tarde, les acababas llamando tú para preguntarles si les seguías enviando candidatos y te respondían: “ah no, si ya hace unos días que tenemos a la persona”. Y tú habías enviado a muchos candidatos, les habías generado ilusión y nadie te había dicho que la vacante ya estaba cubierta. El día a día es muy ajetreado. En el trabajo vivimos de urgencia en urgencia muchas veces… pero hemos de respetar y no hacer lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros.

Y a los que piden que les llamen, y al resto del mundo, por favor, tratad a todos por igual. Porque el técnico de selección no te llama, y el de postventa te atiende mal y eso que ya vienes cabreado por un problema que te ha generado el comercial o vendedor; y el personal de la cafetería te esquiva la mirada y no te atiende; y el comercial te vende un producto que no es lo que te ha dicho que era; y la persona que te atiende por teléfono después de 8 minutos de espera, te atiende mal y es un muro ante tu problema (seguramente por decisión de la empresa), y el dependiente me dice que no hay hojas de reclamación, y… Así podríamos seguir. También ocurre que muchas de las personas que exigen un feedback, con razón, luego caen en estos errores.

Y es que a nadie nos gusta que nos ninguneen, pero cuando tenemos un poder sobre algo, a veces lo ejercemos desde la superioridad. Gran error. Podríamos ejercerlo desde el conocimiento que nos da ese poder y compartirlo. Los hay que lo hacen.

Todos tenemos justificación para actuar así. Lo que no quiere decir que tengamos razón para hacerlo.

Intentemos no hacerlo. ¿De acuerdo?

Y la semana que viene, mi post sobre trabajar Linkedin por objetivos.

Un saludo.

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