En otro post, escribí sobre cómo podemos defender en una entrevista los períodos sin trabajar de nuestra trayectoria laboral. En ese post, os cité para un post posterior en el que os hablaría de los períodos sin trabajar por enfermedad, pues es un tema más delicado y por ello requiere un trato especial, en mi consideración. La vida tiene estas cosas. Por desgracia no todo es bueno y a veces nos hace una mala jugada. Y este hecho nos puede apartar del trabajo durante un período, creando un vacío en el currículum que puede ser tratado en la entrevista.

Lo que os explico en este post es mi punto de vista. Siempre pensando en que hemos de estar tranquilos y que, el éxito de la entrevista, depende más del control que tengamos de la situación y de la seguridad que de cualquier detalle concreto que ocurra en la entrevista. Puede que alguien no esté de acuerdo y quiera hacer otra cosa. En estos temas, la decisión es de quien lo ha pasado y no puedo decir otra cosa que es 100% respetable. Yo sólo doy unos consejos.

¿Se ha de preguntar en una entrevista por los problemas de salud? Como yo no soy experto en el tema, en su día entrevisté en un post a Antonio Fernández, del blog  https://aflabor.wordpress.com, pues él sí que conoce a la perfección el tema de la discriminación en los procesos de selección. Si clicáis en el link os llevará al post. En él hablamos de ésta y otras preguntas de tipo personal. La respuesta a la pregunta inicial es que no se deben hacer. La salud se puede conocer por reconocimientos médicos realizados tal y como indica la ley. Por tanto, es ilegal que te pregunten directamente por una situación tan personal y delicada.

Ahora bien, otra cosa es que te pregunten por qué no trabajaste durante un período y el motivo sea una enfermedad. ¿Lo decimos o no?

En el currículum, como ya lo he comentado en otros posts, recomiendo en estos casos un tipo de currículum funcional para evitar la visualización clara de estos períodos sin trabajar por enfermedad.

Pero en la entrevista, surge la duda de si hemos de comentar que hemos pasado por una enfermedad o alguna circunstancia familiar que nos ha apartado del trabajo.

En mi opinión, a veces el problema está más en la inseguridad de quien ha pasado por esta circunstancia sobre el efecto que tendría comentarlo. También, se puede pensar que no hay por qué decir nada del ámbito personal, y más siendo tan delicado, en una entrevista donde se ha de evaluar el desempeño en el trabajo. Y se está en todo el derecho de no hacerlo.

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El entrevistador busca la motivación del trabajador y su adecuación para ese trabajo en el momento actual y mientras dure la relación profesional. Esto juega a nuestro favor. No hemos de pensar en el pasado, hemos de pensar en las ganas que tenemos ahora y que estamos allá porque nos vemos capaces de desempeñar este trabajo. Y demostrar esa ambición y ganas.

¿Decimos que hemos pasado por una situación delicada? Podemos optar por las dos opciones, decirlo o no. Dependerá, creo yo, de lo que nos haga sentir más seguros y mejor. Si el período sin trabajar es breve, podemos decir simplemente que buscábamos trabajo. Con la época de crisis que llevamos pasando, es de lo más normal. Ahora bien, puede que si hay períodos más largos de inactividad sea más difícil de explicar. También cuando hemos vivido un despido por la enfermedad, lo que es doblemente traumático, puede ser más difícil no explicarlo. Podemos y estamos en nuestro derecho de no explicarlo, pero no decir nada puede generar desconfianza.

Si tenemos períodos sin trabajar por enfermedad, podemos decirlo de forma genérica y volver rápidamente a nuestro deseo y capacidad actual de desarrollar ese trabajo. No hace falta entrar en más detalles.

Es lógico que nos vayan a preguntar por los vacíos del currículum. Nosotros hemos de explicar de la misma forma en que lo comenté en el post pasado: con seguridad, sin titubeos, con lenguaje positivo y sin generar dudas sobre nuestro discurso, digamos o no lo de la enfermedad.

Vamos a establecer unas consideraciones sobre los períodos sin trabajar por enfermedad y qué decir:

  • No tenemos por qué decir si hemos pasado por estas circunstancias. Aun así, podemos decirlo si nos hace sentir más seguros.
  • Podemos creer que es mejor no decir nada porque no nos van a seleccionar si lo comentamos. Sinceramente, creo que la selección o no de un candidato es multifactorial. Como expliqué en el post pasado, la elección del candidato se hace en función de su adecuación al puesto de trabajo, su motivación, su aportación positiva al trabajo no generando conflictos en el entorno y su seguridad para desarrollar este trabajo. Puede que haya alguien que descarte por el motivo que ha causado este período sin trabajar, pero pondría las manos en el fuego que pasa poco. Si se cumplen con estos 4 factores que explico, no tiene porqué ser ese el motivo de no ser seleccionado.
  • El problema a veces es que nuestra historia nos pesa y nos llena de inseguridades. Y trasmitimos esa inseguridad en la entrevista. Si no estamos preparados, ya no físicamente, sino psíquicamente para afrontar este momento, hemos de intentar ganar esta seguridad antes de afrontar un proceso de selección y construir un discurso profesional claro y seguro.
    Hay situaciones muy duras. Lo entiendo. Todos hemos pasado por situaciones similares vividas por nosotros o por alguien cercano. Todo tiene su momento. Y si hay necesidad, hemos de afrontarlo con la cabeza más fría posible, aunque sea difícil. Pero hemos de confiar en nosotros y en el aquí y ahora.
  • Si decidimos no evitar el tema, tampoco hace falta que demos demasiadas explicaciones. Con una frase es suficiente: “Tuve un problema de salud. Ahora hace seis meses que empecé el curso que puede ver en mi currículum porque ya podía volver a trabajar, pero quería reciclarme un poco primero. Ahora ya estoy totalmente preparado y con muchas ganas”. De esta forma será difícil que te pregunten por lo que pasó, pero si lo hacen, podemos decir: “Tuve xxx problema, y por el tratamiento, no podía trabajar. Ahora ya estoy bien. Renovado y con ganas”.
  • Si no queremos decirlo, hemos de plantear la posibilidad de tener un relato creíble que además nos haga sentir bien con nosotros (podemos decir que hemos ayudado en un negocio familiar, por ejemplo). No decirlo mostrando resistencia a hablar de algo, puede no ser positivo. Primero, porque estamos incómodos. Segundo, porque puede generar desconfianza la resistencia y afectar al feeling con el entrevistador.
  • No nos descartemos nosotros. Es decir, no vayamos pensando en que nos van a preguntar por el tema y que, si decimos algo, vamos a ser descartados. Pensemos en positivo, en aquello por lo que nos deberían contratar aquí y ahora y no tanto en los períodos sin trabajar por enfermedad

Seamos naturales, claros, sencillos, sinceros, pero con actitud de venta, sabiendo qué parte decimos, y enfoquémonos en lo profesional y en el aquí y ahora, que es lo que importa.

Y si has leído este post y has pasado por períodos sin trabajar por enfermedad, ante todo, un abrazo muy fuerte y ánimo. ¡Y a por la entrevista!

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