Son muchos los aspectos que inciden en la superación de la entrevista. Hoy quiero hablaros de un tema al que se le da demasiadas vueltas y, aún a riesgo de tirarme a gente encima, creo que hay que relativizar, o mejor dicho, enfocar de otra manera: Hay que olvidar casi todo lo que hemos leído sobre a comunicación no verbal en la entrevista de trabajo… Como mínimo, como entrevistados. Me explico.

Una aclaración. Este post lo emmarco para aquellas profesiones en las que no se ha de ser un experto en comunicación no verbal. En éstas, sí que hay que tenerla más… iba a escribir controlada, pero no, más practicada o interiorizada.

Comunicación no verbal en la entrevista de trabajo

 

La comunicación no verbal puede ser voluntaria o involuntaria. La voluntaria, como indica su nombre, la generamos de una forma consciente. La involuntaria, ocurre, y puede que luego seamos consciente de ella. Este post va dirigido al intento de controlar acciones de comunicación involuntaria, como el sudor de manos, enrojarse la cara, cruzar los brazos, tics, picores…

Se ha escrito mucho sobre la comunicación no verbal en la entrevista de trabajo, sobre el significado de unos gestos y la influencia en el entrevistador. Es cierto. el técnico de selección evalúa este aspecto, a veces incluso inconscientemente (muchas veces no nos ha gustado algo del candidato pero no sabemos el qué).

 

 

Cómo controlar la comunicación no verbal en la entrevista

 

Ahora bien, ayuda bien poco al entrevistado saber cómo se ha de comportar en una entrevista a nivel de comunicación no verbal, cuando se requiere que controlemos una serie de actos involuntarios.

¿El motivo? La comunicación no verbal involuntaria se instala inicialmente en el inconsciente, por lo que es difícil de controlar. Pasa, y no nos damos cuenta. ¿Qué pasa si aún así la queremos controlar? Dejamos de estar en el aquí y ahora. Estamos más pendientes de lo que hace nuestro cuerpo que no de lo que pregunta el entrevistador. Las preguntas que nos hace dan mucha información de la oferta, de lo que buscan e, incluso, de la historia y la filosofía de la empresa. Si estamos más pendientes de nosotros seguramente perderemos la capacidad analítica, la comunicación con el técnico, la atención y la naturalidad.

Más importante que atender a la comunicación no verbal en la entrevista de trabajo, a mi modo de ver, y que influye directamente en ella, es la actitud con la que se afronta la entrevista. Cuanto más seguro y preparado se está para la entrevista, más adecuada será la comunicación no verbal. No hace falta incidir en ella directamente. Por lo tanto, para una comunicación no verbal adecuada, la preparación de la entrevista es primordial, pues aporta seguridad, y ésta, aporta una comunicación más adecuada.

La comunicación no verbal que se hace consciente es más posible controlar, pero de nuevo, considero que la actitud ante la entrevista la seguridad sobre nosotros y nuestra candidatura y la preparación de la entrevista, seran más necesarios para realizar una entrevista con una comunicación no verbal, adecuada.

Si me permitís, os adjunto este enlace a un vídeo que creé para una formación donde se puede ver, de una forma cómica, qué estamos haciendo, a veces, durante una entrevista, respecto a la comunicación no verbal. Es una exageración pero no dista tanto de lo que nos ocurre a veces en una entrevista o cuando hemos de hablar en público. El vídeo está en catalán pero con subtitulos en castellano.

 

Qué hacer para mejorar la comunicación no verbal en una entrevista

 

¿Y qué podemos hacer entonces para que nuestra comunicación no verbal sea más adecuada en la entrevista? Consejos como los siguientes considero que son interesantes, pero que no los hemos de analizar durante la entrevista:

Hay que mirar el 70% del tiempo a los ojos… NOOOOOOOOOOOOOOOOOO. ¿Cómo vamos a controlar esto? He visto a entrevistados intentando mirar fijamente… es raro e intimida, os lo aseguro. Lo he leído en muchos posts. No os lo toméis literalmente. Hay estudios que dicen que si se mira un 70% directamente a los ojos, quiere decir que hay «feeling». Pero eso no se consigue sólo mirando, se consigue queriendo comunicarse con el otro y escuchando atentamente.

Cambia de tono enfatizando aquello que te interesa– O eres un experto y te sale de forma natural o es muy difícil de controlar.

No cruces los brazos, pero tampoco pongas las manos encima de la mesa ni gesticules mucho– ¡Basta! Agobia, ¿no?

Otra cosa sería que hiciésemos consciente el error en la comunicación. Entonces podemos cambiarlo, pero sin afectar a la seguridad. Los intentos de control se notan y convierten la actitud del candidato en antinatural. Lo que no es natural no agrada, queda raro y genera una sensación extraña al entrevistador. Además, intentar saber la comunicación no verbal adecuada en una entrevista genera mucha inseguridad por querer controlarla y aplicarla conscientemente.

El intento de control de nuestra comunicación no verbal en la entrevista de trabajo produce estrés y autocastigo durante la entrevista, lo que genera un aumento de la inseguridad durante la entrevista. Muchas son las veces que he tenido a alguien delante cruzando los brazos, se ha dado cuenta y se afana a cambiar rápidamente de posición. Gente que da mal la mano, no encajando bien, y emiten una señal de autocastigo en la cara, por ejemplo (un pequeño tic en la boca). Todo ello sitúa al candidato en otro lugar y en una actitud hacia la entrevista no adecuada.

El autocastigo (“he cruzado los brazos y no puedo hacerlo”, por ejemplo) se da mucho durante la entrevista, y no es buena compañera por la disminución de la seguridad que le suele acompañar. No podemos ser tan severos con nosotros mismos y más que culpabilizarse hay que analizar, después de la entrevista, qué ha pasado.

Aún así, si os fijáis, antes he escrito entre paréntesis CASI. ¿A qué aspecto de la comunicación no verbal tenemos que hacer caso? A mi parecer hay un aspecto muy importante: sentarse bien. Hay que sentarse de forma cómoda, al mismo tiempo que profesional, demostrando interés, no como en el sofá de casa. Cuando uno se sienta bien, con actitud y energía, la voz sale mejor, está activo, atento.Y esto, sólo hay que controlarlo al entrar en la entrevista. Una vez estamos bien posicionados, estamos en posición de afrontar la entrevista.

Y también es muy importante la voz en una entrevista. Un día escibiré sobre esto, pero las voces con mayor intensidad, con cambios en el ritmo, no monótonas, que no decae el tono al final de la frase y con una buena dicción, está demostrado que generan mayor seguridad a quien escucha.

Igualmente, sería interesante hacer algún ejercicio de respiración previo, para entrar en la entrevista tranquilos y preparados y dejar de lado los «ehhhh» y otras muletillas que vamos soltando. Denotan inseguridad y molestan.

Un saludo y espero que os haya resultado interesante.

PD: Hay personas que les gusta saber de la comunicación no verbal en la entrevista de trabajo y que a pesar de ello, por la confianza que tienen en sí mismos, no les afecta lo que he escrito, en la entrevista. También los hay que son profesionales del buen uso de la comunicación no verba. Enhorabuena a todos ellos y, en estos casos, no hace falta aplicar este «olvido».

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